La Salmonella es una bacteria que se encuentra principalmente en alimentos crudos de origen animal. Muy conocida como la bacteria que se encuentra en el huevo.
Esta bacteria se caracteriza por ser una bacteria patógena para los seres humanos, ya que al consumir alimentos contaminados con dicha bacteria puede generar una infección alimentaria conocida como Salmonellosis.
¿Qué otros alimentos pueden contener Salmonella?
Todos aquellos alimentos crudos de origen animal, frutas, vegetales u otros que de una u otra forma hayan sufrido de contaminación con fecas o excrementos. Por lo anterior, tienen mayor riesgo aquellos alimentos LPC que contengan en su elaboración productos crudos como es el caso de sushi, crudos, ceviche, entre otros.
¿Cómo podemos evitar contaminar los alimentos con Salmonella?
Para evitar que un alimento LPC (listo para consumo) tenga presencia de Salmonella se recomienda considerar al menos las siguientes recomendaciones:
- Cocción adecuada: Asegurar que el centro del alimento logre una temperatura sobre los 70 °C.
- Evitar contaminación cruzada en el almacenamiento: Almacenar los alimentos crudos separados de los cocidos. Idealmente, en locales de elaboración de alimentos se recomienda tener refrigeradores exclusivos para el almacenamiento de alimentos LPC.
- Evitar contaminación cruzada en la elaboración: Utilizar tablas de cortar de color diferentes para los productos LPC de productos crudos. Se debe lavar y desinfectar los utensilios.
- Evitar contaminación cruzada desde el manipulador hacia los alimentos: Realizar el lavado de manos concienzudamente después de ir al baño, después de manipular alimentos crudos, la basura o recoger desechos del piso.
¿Quiénes tienen más probabilidad de contraer una infección por Salmonella?
Generalmente, las personas más susceptibles a contraer una infección grave por Salmonella son niños menores de 5 años, los adultos de 65 años o más, embarazadas y personas inmunodeprimidos, es decir que puedan sufrir de ciertas afecciones (como diabetes, cáncer, entre otras).
¿Cuáles son los síntomas?
Generalmente los síntomas comienzan de 6 horas a 6 días después de consumir el alimento contaminado. Los síntomas incluyen diarrea, la que en algunos casos puede presentar sangre, fiebre y cólicos estomacales. Si no se trata correctamente puede dar origen a una septicemia (infección a la sangre) y con ello las respectivas complicaciones para la salud.
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Evita riesgos de contaminación en los productos que elaboras: ¡Implementa correctamente las BPM (Buenas Prácticas de Manufactura)!
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