Asesoría en BPM

La implementación y cumplimiento de las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) o también denominadas Buenas Prácticas de Fabricación (BPF) en forma sistematizada y auditable es una exigencia legal de acuerdo a la modificación del D.S 977/96 publicado en el diario oficial el 12 de julio del 2006. La fiscalización de las BPM en Chile es realizada por funcionarios de la Autoridad Sanitaria correspondiente a la Seremi de Salud de cada región, quienes inspeccionan el cumplimiento de las disposiciones sanitarias reglamentarias por parte de las todas las industrias agroalimentarias, incluyendo las micro, pequeñas y medianas empresas.

Uno de los problemas que presentan las micro, pequeñas y medianas empresas es que no cuentan con profesionales expertos en el área que les implementen y dejen en funcionamiento las BPM.

Por lo anterior, la asesoría especializada en Buenas Prácticas de Manufactura, es sin duda un importante apoyo, para que las micro, pequeñas y medianas empresas puedan dar cumplimiento efectivo a la normativa legal (D.S 977/96), evitando sumarios sanitarios, clausura sanitaria, disminución de las ventas y desconfianza de clientes.

Adquirir alimentos sanos y seguros, evitando contraer enfermedades transmitidas por los alimentos.

Permite cumplir con exigencia obligatoria de los establecimientos de producción, elaboración, preservación y envase de alimentos, sobre la implementación en forma sistematizada y auditable de las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), de acuerdo al Reglamento Sanitario de los Alimentos (Art 69, D.S. 977/96).

Mejora la imagen corporativa de la compañía ante los clientes y la comunidad, ya que disminuye los riesgos de contaminación de los productos alimenticios que se elaboran.
Facilita el acceso a nuevos mercados (área retail).
Permite que los trabajadores tengan una adecuada comprensión de los procesos productivos, disminuyendo los errores.
Permite desarrollar nuevos hábitos de Higiene y de Manipulación al personal involucrado en los procesos.
Evita pérdidas económicas por descomposición de materias primas.
Garantiza una infraestructura acorde a las exigencias legales.
Es la base para la implementación del Sistema de Aseguramiento de Calidad HACCP.

• Ubicación de las Instalaciones.
• Estructura Física e Instalaciones.
• Distribución de ambientes y ubicación de equipos.
• Abastecimiento de agua, desagüe y eliminación de desechos.
• Uniformes y servicios sanitarios que permitan mantener una esmerada higiene del personal.
• Productos químicos que permitan limpieza y desinfección de los equipos e instalaciones.
• Equipos y superficies en contacto con los alimentos que sean de material de calidad alimentaria, es decir, que no generen riesgo de contaminación cruzada.
• Materias primas con Resolución Sanitaria.
• Aditivos alimentarios permitidos por el RSA y en cantidades máximas permitidas.
• Envases de calidad alimentaria.
• Almacenamiento controlado de materias primas y producto terminado.
• Retiro de Producto.
• Transporte de producto terminado.

Las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), son un conjunto de instrucciones operacionales o procedimientos operacionales estandarizados que tienen que ver con la prevención de la contaminación física, química o microbiológica a los alimentos destinado para el consumo humano. Serpyme pone a disposición de las micro y pequeñas un Manual de Calidad basado en las BPM que consideran los siguientes procedimientos operacionales:

Procedimientos Operacionales Estandarizados de Saneamiento (POES)

• Limpieza y Sanitización.
• Control de Plagas.
• Higiene del Personal.

Procedimientos Operacionales Estandarizados (POE)

• Mantención de Instalaciones y Equipos.
• Capacitación del personal.
• Control de Materias Primas e Insumos.
• Control de Procesos y Productos terminados.